martes, mayo 22, 2012

Sentido crítico 2.0


El otro día se le cayó un diente a mi sobrina. El ratoncito Pérez hizo acto de presencia y le dejó en  la mesita de noche un paquete perfectamente envuelto. Cuando lo abrió descubrió en su interior una construcción de Playmobil (le encanta). La niña estaba tan ilusionada como perpleja. ¿Cómo había podido un ratón, ya no subir una caja que le superaba con creces en tamaño y peso, si no… cómo había podido un ratón envolver su regalo? Pasó el día sorprendida por el hecho. La inocencia de los “cachorros humanos” es adorable puertas afuera. La falta de sentido crítico que irá madurándose con la incorporación de experiencias, información.

Mi gran amigo Eduardo siempre ha dicho que el fisioterapeuta español tiene el sentido crítico de un niño de 2 años. Y eso es así. Nos limitamos a “asumir” como verdaderos los conocimientos que se nos presentan en un congreso por el hecho de que el ponente tiene cierto nombre, ha escrito un libro o simplemente tiene pinta de saber mucho. Nos han colado técnicas y conceptos, libros y artículos porque no tenemos capacidad de discriminar el grano de la paja. Y esta muy bien el cambio de paradigma donde estamos pasando de un “absolutamente todo vale” a un acercamiento al “basado en la evidencia”.
Muchos frentes todavía están muy verdes. Abogo firmemente por el cambio de paradigma en la definición de fisioterapia donde se cambie el término “agentes físicos” como núcleo de la misma por el de “movimiento”. E hilando más fino iría más encaminado a la acepción del término que emplea el Dr.Goicoechea cuando se refiere a “acción” en lugar de movimiento: “movimiento intencionado”. Este debe ser uno de nuestros elementos diferenciadores. Entiendo que las peleas eternas entre independentistas y papá Estado son una forma de entretenimiento para algunos y una cuestión de religión para otros. Fisioterapia y osteopatía viven un conflicto eterno que responde mayoritariamente a intereses crematísticos (me encanta esa palabra…). Esta situación ha venido favorecida precisamente por esa falta de sentido crítico que ha diezmado nuestra identidad durante mucho tiempo. Pero ahora ya no hay vuelta atrás.

Los pilares de nuestra profesión, los puntales filosóficos, los principios teóricos, las bases de lo que nos define son susceptibles a revisión y mejora y entre todos podemos intentar mejorar todo lo que tiene relación con la fisioterapia. Creo que iniciativas como la del señor Eduardo Fondevila en su blog han demostrado que entre todos podemos hacer que esto avance. Nosotros, los fisioterapeutas, somos los mejores representantes de la fisioterapia en España. Intentemos sumar, entre todos, en pro de la inteligencia colectiva. Todos tenemos voz y voto. Empleémoslo para que la profesión crezca. ManelDomingo nos ha demostrado que con ganas y esfuerzo es posible ser partícipe del cambio. Los colegios deben ser una herramienta que trabaje por la fisioterapia y el fisioterapeuta y de no ser así tenemos que hacer porque la situación cambie. De manera activa. Como conjunto.

Sigo pensando que nuestro talón de Aquiles es la formación. Necesitamos ahondar en muchos aspectos que no solo nos harán crecer como profesionales si no que además nos aportaran ese espíritu crítico del que hablo, que nos permitirá desterrar, por cuestión de lógica, todo lo perteneciente al mundo de lo para-sanitario, lo pseudo-científico, en pro de la ciencia, nuestra parcela de conocimiento.

Iniciativas varias como FSR pretenden convertir esto que hace poco tiempo era casi una utopía (se me ha tachado de utópico tantísimas veces en fisionet…). Atentos a sus pantallas porque la cosa pinta muy bien y sed todos bienvenidos a la iniciativa de la inteligencia colectiva. Tu participación comentando, cuestionando, preguntando, compartiendo nos hace crecer a todos. Un saludo.

martes, mayo 08, 2012

Reflexiones en tiempo de cambio. Hora de actuar.


Los periodos de ausencia en el blog vienen dados por largas temporadas de reflexión. La fisioterapia esta de cambio y es necesario de vez en cuando dedicar algo de tiempo en meditar al respecto. Quiero aprovechar la buena onda post jornadas 2.0 organizadas por el Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña (a la que felicito desde aquí. Mi más sincera admiración por la motivación que inspira) a las que asistí este fin de semana y me han servido para reforzar muchas de las ideas que llevaba tiempo madurando.

Pasamos mucho tiempo debatiendo sobre el sexo de los ángeles. Es necesario llegar a conclusiones respecto a nuestro paradigma para poder delimitar nuestro campo de actuación, dejar claro qué somos y qué hacemos y finalmente demostrar nuestra valía al resto de profesionales sanitarios y a la población en general. En definitiva, dignificar nuestra profesión.

El primer punto del que debemos partir es el de la calidad. Debemos exudar calidad. La actuación fisioterápica debe ser una actuación regida por la calidad. Nadie debe poner en tela de juicio nuestro trabajo porque nosotros lo habremos hecho antes y habremos desterrado aquello que no ha demostrado una eficacia clínica y no ha tenido un respaldo científico. Es hora de aplicar realmente la fisioterapia informada en la evidencia.

En España estamos a años luz del desarrollo en el ámbito de la investigación en fisioterapia que sí hay en otros países. Lo poco que se esta llevando a cabo tiene poca o nula correlación con la realidad del clínico y esto es así porque en nuestro país el investigador suele ser un fisioterapeuta orientado a la docencia que normalmente no ha ejercido previamente como clínico. Tuvimos una muestra de ello en las jornadas que organizó el Ilustre Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Andalucía (al que también aprovecho para felicitar por la gran iniciativa y el elenco de ponentes a los que trajo entre los que obviamente destacó Shirley Sahrmann). Tenemos que saber interpretar la evidencia.

Tenemos que aprender a manejar la información disponible. Las guías clínicas, las revistas científicas... aprender a usar internet en nuestro beneficio. Y tenemos que adquirir el espíritu crítico que como profesionales sanitarios en el marco científico deberíamos tener. No podemos seguir dejando que, como dijo Eduardo Fondevila, fisioterapia sea todo menos fisioterapia.

¿Y cual es en gran medida parte del problema? La burbuja formativa. Vivimos en un tiempo en el que la formación es un negocio rentable. Las universidades en primer lugar y los centros privados en último, han sabido aprovechar las carencias formativas que padece el fisioterapeuta ofertándole una ilimitada carta de cursos la mayoría de los cuales son francamente muy poco recomendables (basura, vamos...)

Y es que muchas instituciones (universidades, colegios profesionales, empresas...) tienen intereses en la desinformación. Siempre que hablamos de falta de criterio en fisioterapia, de la falta de unidad, de la ausencia de un lenguaje común, que no os engañen: se debe a intereses crematísticos. A la pela. Esto es como lo de los partidos políticos, las cajas de ahorro y las inmobiliarias de “Simiocracia”. Aquí hay un problema de bolsillo que lastra que avancemos como colectivo.

Podemos tratar de eternizar discursiones sobre si la osteopatía es fisioterapia, que si el tratamiento de agentes físicos incluye el telescopaje de la fascia, que si hay evidencia científica suficiente que respalde la aplicación de la terapia craneosacra... o podemos mirar ahí fuera y considerar el “consenso planterario” y decidir quitarnos las anteojeras. Caerían grandes monopolios formativos pero avanzaríamos como profesión desterrando viejas anclas que hoy solo lastran nuestro progreso.

Creo que llega el momento de darle una vuelta de tuerca. Estamos viviendo una revolución con la redes sociales y el 2.0. La era de la inteligencia colectiva. ¿Por qué no intentar mejorar entre todos lo que creemos que es mejorable? Yo estoy dispuesto a dar un primer paso desde aquí. Si realmente parte de la culpa de nuestra situación viene favorecida por la falta de sentido crítico que tenemos los fisioterapeutas (especialmente recién terminada la carrera), si tenemos dificultades para acceder al mercado formativo por no poder entrar en el mercado laboral precisamente por no haber accedido previamente al mercado formativo... “innovemos”.

FSR parte del mismo objetivo que cada uno de sus componentes: dignificar la profesión. Vamos a luchar por ello. Desde este humilde blog voy a iniciar una sección de videoblogs con la intención de ayudar al recién diplomado o graduado en su camino. El diario de un fisioterapeuta ahora será también un punto de partida para quien quiera tener un criterio suficiente para poder saber qué es fisioterapia y qué no lo es y por dónde puede empezar. Hagamos un diario de la fisioterapia conjunto: Inteligencia colectiva (espero vuestras aportaciones. Esta semana intentaré subir la primera).