martes, enero 19, 2010

Una vida de aprendizaje

La vida es un aprendizaje constante. Creo que nunca dejamos de aprender, y cada día debe suponernos una nueva lección. Según la cultura, creencias e ideologías particulares de cada sujeto, cada piedra en el camino tiene su por qué. Dios nos pone a prueba. O el obstáculo no está ahí para detenernos si no para probar cuánto queremos las cosas.

Me queda mucho por aprender, pero parto de una muy buena base. He aprendido lo fundamental, no para sobrevivir, si no para disfrutar de cada día. Sin ni siquiera merecerlo, mis padres me dotaron de cuanto necesitaba para ser feliz: todo su amor. Y bajo ese cálido abrigo protector he ido creciendo como persona y disfrutando de cada minuto de vida.

Me resulta fascinante aprender. Siempre me he hecho preguntas “trascendentales” de las que creo que todo el mundo se hace. ¿Para qué estoy aquí? ¿Cual es mi cometido, si es que tengo alguno?... pero hasta hace poco no me he interesado por lo que ahora me parece más relevante: ¿por qué me hago ese tipo de preguntas? es más, ¿cómo es que soy capaz de hacerlas?. Y entonces empecé a interesarme cada vez más por la “neurociencia”.

Ahí conocí el papel de las “neuronas espejo”. Me resulta curioso el papel dominante que la sociedad le da a la genética. Me parezco a mi padre por los genes. Pero no físicamente. Mis posturas, mi hábitos, mis gestos... ¿vienen condicionados genéticamente?. No exactamente. Mi aprendizaje “primario” viene de la observación e imitación. Cuando vemos a alguien hacer algo, una parte de nuestro cerebro se activa, “interpreta” qué esta haciendo el otro como si fuéramos nosotros quienes lo hacemos.
En gran parte soy lo que soy gracias a aquellos a quienes he imitado.

Una de las cosas que he aprendido de mi todavía corta (pero no menos valiosa) experiencia, es que la vida es presente. Y creo que es la lección más importante que puedo compartir. Yo mismo he criticado a la sociedad del “yo y ahora”. Y lo sigo pensando, pero desde un punto de vista “consumista”. Como en la película Wall-e, pienso que la sociedad se dedica a satisfacer “necesidades” autoimpuestas a golpe de talonario hipotecando para ello nuestro futuro. Pero no creo que la sociedad actual viva el presente.

Todos vivimos la vida pensando en el mañana. Nuestra vida es futura. Cuando llegue a... cuando tenga... cuando pueda... pero nunca hoy. Nunca ahora. “La vida es eso que pasa mientras tú haces otros planes”.

Sabemos que cual yogur, tenemos fecha de caducidad, pero parece ser que en nuestra sociedad es un tema tabú en el que es mejor no pensar (curioso teniendo en cuenta que nuestra sociedad bebe del catolicismo y la muerte supone el inicio de la vida eterna). Todos tememos a la muerte. Como en la tele, ante una muerte inminente intentaríamos hacer realidad nuestros sueños. ¿Es que nadie es consciente de que todos vamos a morir? ¿Por qué no intentar cumplirlos cada día? “Yo no le tengo miedo a la muerte; tengo miedo a morirme”.
¿Realmente disfrutamos con lo que hacemos cada día? ¿Disfrutamos nuestro día?

En segundo lugar, he aprendido a perseverar. Me han enseñado que debo superarme, porque en esta sociedad sobrevive el más “fuerte” (ha cambiado el concepto pero la definición parece ser la misma que desde el comienzo de las especies).

Pero he aprendido que mi meta no es competir con los demás. Debo superarme a mi mismo cada día. Ser mi mejor yo. Y eso no significa tener más éxito laboral o mejor reconocimiento social. Significa que ante toda circunstancia hay que salir adelante. Que por muchas piedras, obstáculos o pruebas, tenemos que seguir dando lo mejor que podemos ofrecer.

A veces el camino es gélido, pero tenemos la gran suerte de poder contar con ese cálido abrigo protector, que en mi caso es mi familia. Ante cualquier circunstancia, ante cualquier evento por difícil que parezca, seguiremos adelante disfrutando del camino, de nuestro camino, acompañados por los nuestros y arropados por su amor.

Doy gracias por cuanto soy, por cuanto he aprendido y por cuanto tengo.

Gracias mamá. Gracias papá.



Disfrutaremos juntos el camino.

P.D- Adjunto un vídeo que vale la pena ver de vez en cuando: "Discurso de Steve Jobs en la Universidad de Stanford".

viernes, enero 08, 2010

Historias para no dormir (de otro fisioterapeuta)


Hoy posteo una entrada que "no me pertenece". El autor de la misma es un jóven fisioterapeuta, Ismael Soler Roselló, con quien la suerte de aprender cada día:

"Cuando por fin has aprendido todas las longitudes de onda a las que actúa el laser y has memorizado en que situaciones es adecuado utilizar cada una; es entonces cuando te das cuenta que todos los conceptos que flotan en la superficie de tu subconsciente no sirven para nada.
Es cierto, el principal problema de un fisioterapeuta recién nacido, es que no sabe qué cosas puede tratar con efectividad; no me refiero a lo que le han dicho que debe tratar o a lo que no debe, sino a lo que realmente somos capaces de abarcar como profesión.

Desde siempre he creído que lo podemos todo, es poco modesto admitirlo pero siempre he pensado así; lógicamente no me refiero a temas tales como neoplasias sino a aspectos físicos. Pero ahora me encuentro en una nueva encrucijada en la que espero y creo que todos los compañeros os halláis encontrado alguna vez.

Voy a tratar de plasmarlo en un ejemplo: Un día decido comprar una casa y con ella viene incluido un campo de maíz; supongamos que yo no tengo ni idea de lo que es el maíz, más aún no sé ni para qué sirve un campo. Entonces pasan los días y una mañana aparece frente a mi puerta una maquina recolectora de maíz, yo sigo sin saber que es el maíz pero sé que tengo algo que sirve para recogerlo (porque lleva un cartel). A la mañana siguiente aparece un hombre muy simpático y me explica que es el maíz y que además sirve para comer y que me ayudará a eliminar el hambre así que me enseña a cultivarlo y con eso vivo feliz el resto de mi vida.

Es una metáfora extraña, pero hagamos unos cambios, sustituid maíz por problema funcional, maquina recolectora por técnicas fisioterápicas, hambre por dolor y por ultimo transformad al hombre simpático en cada uno de los profesores o especialistas que os han instruido en fisioterapia.

Me encuentro pues con un paciente que tiene un problema funcional que genera dolor y según lo que muchos hombres simpáticos me han dicho a lo largo de mi formación realizo una serie de técnicas que se y que se demuestra que eliminan ese dolor; ahora bien ¿Por qué ese dolor o problema o disfunción o compensación o rigidez aparece? Tenemos muchas formas de eliminar el dolor, desde integraciones biopsicosociales hasta neurofisiología del dolor pero ¿qué pasa cuando tratas de montar un castillo de naipes muy rápido? Pues que si los cimientos no son sólidos todo se te derrumba.

Es decir, ¿cuál de todos los maestros tiene la razón? y más acojonante todavía ¿existe alguna razón? Un dolor en la cara anterior de la rodilla con gesto doloroso al subir escaleras ¿Por qué duele? ¿Ligamento lateral, rama infrapatelar nerviosa, banda tensa muscular, mala alineación? Entonces ¿porque si todas las pruebas me llevan a pensar en que el problema (supongamos que es femoropatelar) posteriorizo el peroné (o mejor dicho las estructuras de todo tipo que hay por esa zona) y el dolor desaparece?

Quiero creer que todo tiene que ver con inputs cerebrales y que al fin y al cabo como dice Arturo Goicoechea el cerebro es en última instancia el director de la orquesta y si el director levanta la batuta más de la cuenta puede que una nota, en nuestro caso una sensación somática, suene estridente y molesta.
Resumiendo, ¿conseguiríamos eliminar el dolor si trabajásemos únicamente a nivel neurofisiológico o es la integración de nuestro hardware y software lo que hace que nuestro MacBook interno funcione? ¿Qué fue antes el huevo o la gallina?
             

La conclusión de todo esto es que no concluye, que al final para que no nos pase como a Descartes tenemos que aceptar alguna explicación del porque trabajar de una manera y no de otra, de porque hoy es el ligamento lateral interno y como eso no ha funcionado mi hipótesis nueva es que tu problema es referido por un punto gatillo y si ya nada consigue mantener tu dolor a raya independientemente que la inflamación y edema hayan desaparecido empiezo a pensar que tu problema es una mala integración sensitiva o una sensibilización central.

La línea que separa el ser profesionales objetivos de ser hechiceros con conjuros que realmente funcionan es más fina de lo que queremos creer y para ello la única solución es lo que mis padres me han dicho toda la vida “estudia hijo, estudia, no vaya a ser que el día de mañana alguien pueda tomarte el pelo”
 
PD: ¿Estoy loco?."