martes, junio 29, 2010

Resurgir


El mundo no es exactamente tal y como lo percibimos nosotros. Toda la información que captamos del exterior pasa por unos filtros. Dotamos de subjetividad a todo proceso consciente. El mundo es del color del cristal a través del cual lo miramos.

Uno de esos cristales se llama ACTITUD. No voy a dedicar una entrada al pensamiento positivo porque no “creo” en él. No creo que haya una aspecto positivo en todo suceso. Sí es cierto que ante un suceso podemos adoptar diferentes actitudes, y que nuestros pensamientos pueden jugar a nuestro favor o en nuestra contra.

Hace apenas tres meses que falleció mi padre, una de las personas más importantes de mi vida. Supone un cambio muy importante. Un gran vacío. Su marcha fue inesperada pero angustiosa. Mi familia recibió el apoyo de todos nuestros amigos. Nos sentimos arropados, abrazados, acompañados. El entierro supuso para mi una gran mezcla de sensaciones contradictorias porque era uno de los momentos más tristes de mi vida y a la vez una demostración de cariño increíble.

En todo momento me sentí acompañado. Había mucha gente que no conocía a mi padre. Otra con la que hacía mucho tiempo que no hablaba, e incluso con la que yo había perdido la relación por alguna discusión, pero estuvieron apoyándome en ese difícil momento.

Pretendía aprovechar ciertos aspectos de ese día para ejemplificar la importancia de la actitud ante cualquier situación. De como la indefensión no hace si no agrandar el problema... pero creo que por hoy acabo aquí mi entrada, agradeciendo a todos las muestras de cariño y afecto que han tenido conmigo y con los míos. Muchas gracias.

Intentaré acabar la entrada por donde la empecé. De momento, mi intención es seguir para adelante. Resurgir cual fénix y volver poco a poco a mis hábitos, entre ellos, el de dar vida a este blog.

Un abrazo grande a todos.