lunes, octubre 26, 2009

¿De donde venimos, a donde vamos y donde paramos a tomar algo?


Uno de los motivos de este blog, además de aprender con los comentarios de los participantes, es el de compartir mi experiencia (breve pero intensa) con otros a los que puede resultar interesante o motivadora. Creo necesario retroceder al punto amargo de desengaño en el que la fisioterapia “convencional” no daba respuesta a las preguntas que le formulaba. El momento en que, como muchos otros compañeros, me planteé la necesidad de aprender otra forma de ver la salud, el movimiento y la fisioterapia.

Todo parte de la formación. Un profesional sanitario debe estar en constante actualización. Lo que hoy “funciona” mañana puede dejar de hacerlo. Es necesario mantenerse al día, y al salir de la carrera, llevaba varios años de desfase, por lo que era necesaria mucha formación. La oferta es bastante amplia, pero acabé, recomendado, realizando un curso (de cuatro módulos) que podríamos decir se centra en el razonamiento clínico de las alteraciones del movimiento. Es más interesante de lo que puede parecer por el título (ese no es exactamente el nombre del curso).

Hubo un tiempo en que empecé a leer libros de autores de gran prestigio, que habían realizado mucha investigación y publicado en varias revistas. Lo curioso es que esta gente no consideraba la “lesión tisular” (el daño en el tejido) como una fuente excesivamente relevante en el dolor. Matizo: a nivel teórico nadie puede discutir las alteraciones que pueden producirse sobre los sistemas del dolor, pero a nivel clínico, la cosa se complica. ¿Es el dolor X del paciente consecuencia de un daño en el tejido Y? La respuesta es, más que hipotética, irreal.

Así pues empecé a tener en cuenta algo que hasta el momento era importante pero no primordial: el sistema de movimiento. No es tan importante saber a qué se debe el dolor del paciente. Lo es más el saber a qué nivel le limita o dificulta en las actividades de la vida diaria y qué podemos hacer para mejorarlo. El concepto de disfunción.

Pero además, en otros cursos empezaron a hablarnos de la importancia del sistema nervioso no solo como modulador de todas las respuestas, también como generador de respuestas dolorosas. Ahora resulta que el cerebro no solamente dirigía la orquesta si no que era capaz de tocar por sí solo todos los instrumentos. La posibilidad de dolor sin daño en el tejido ganaba peso. Había que replantearse ciertas cosas.

Finalmente, gracias a otros cursos relacionados con las movilizaciones con movimiento(MWM), obtuve una de las piezas del puzzle que me faltaban. Mediante el uso de este tipo de técnicas, se podía “revertir” ipsofacto el dolor de un paciente con un esguince de tobillo, una epicondilalgia rebelde de meses de evolución... y lo más sorprendente, es que esta gente ha estudiado muchísimo la neurofisiología del dolor intentando dar una explicación al por qué de lo que hacen (algo totalmente innovador dentro del ámbito de la fisioterapia).

Si el hombre es él y sus circunstancias, en fisioterapia soy yo gracias a aportaciones de muchos autores: Grieve, Elvey, Maitland, Vicenzino, Moseley, McConnell, Mulligan, McKenzie, Shacklock, Jull, Falla, Hodges, Butler y otros que ahora no recuerdo, gracias a las aportaciones de grandes compañeros: Claudio Rovira, Eduardo Fondevila, David Barceló; y gente como Arturo Goicoechea que con sus aportaciones en su blog motivan e ilustran a todo el que quiera acceder al mismo.

Gracias.

3 comentarios:

Blogger Arturo Goicoechea ha dicho...

Gracias por la referencia. En realidad el tejido del conocimiento no tiene propiedad ni derechos de autor. Todos chupamos de los que nos preceden.

Es curioso que hayamos coincidido en el tema de nuestros respectivos blogs.

Es crucial referir el dolor al movimiento y viceversa y ambos al sentido del peligro de daño.

La pedagogía es la clave, tanto en el plano conceptual como propioceptivo, imaginativo y propositivo.

9:43 a. m.  
Blogger villovi ha dicho...

Arturo no imaginas lo que estoy disfrutando con los esquemas de dolor neuropático... algún día, cuando ponga las cosas en su sitio, intentaré plantearte algunas dudas a ver si puedes ayudarme en el proceso de liberación.

3:26 p. m.  
Blogger Arturo Goicoechea ha dicho...

Me alegro que así sea. Un amigo me dijo que cada esquema era como una píldora concentrada.

Hice realmente un considerable esfuerzo para que no faltara ni sobrara ninguna palabra y que cada una de ellas dijera algo.

4:02 p. m.  

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