El mapa no es el territorio
Un mapa tan solo es una representación de lo que realmente es el territorio, pero no es realmente el territorio: es una representación. Del mismo modo, "mi realidad" representa a mi manera particular de concebir lo que es la realidad, pero ello no implica que "mi realidad" sea la realidad: es una representación.
Esto mismo se entiende para todos y cada uno de nosotros. Cuanto más "parecida" es nuestra forma de entender el mundo, mejor comunicación podemos establecer. El empatizar con el otro, y entender que divergemos en el modo de visualizar el mundo, nos podría facilitar mucho las cosas a la hora de relacionarnos.
Lo mismo sucede en la relación profesional sanitario- paciente. Hay que considerar que, desgraciadamente, no compartimos el sufrimiento del paciente. Es muy complicado tratar ciertos temas como la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica, etc. pero lo más importante es que nunca hay que olvidar que el mapa no es el territorio.
No podemos ponernos en la piel de nadie, pero siempre debe reinar el respeto. Al contrario que para el Dr. House, el paciente nunca miente y el paciente no es idiota. Él acude a nosotros para recibir ayuda y debemos saber transmitirla, porque ayuda no es lo mismo que satisfacer demandas. Muchas veces (la gran mayoría) nuestro rol se basa en conducir al paciente en el proceso de "reintegración" a su vida. Debemos ser canalizadores, convirtiendo al paciente en el protagonista del proceso. Sólo él puede, en la mayoría de las ocasiones, hacer efectivo el tratamiento. Sin olvidarnos nunca que el mapa no es el territorio.
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