jueves, octubre 29, 2009

Empezando la casa por el tejado...



Siempre me ha parecido sumamente complejo y fascinante el estudio del ser humano. Todas y cada una de sus facetas, que como ya publiqué el otro día no es simplemente una suma de sistemas. En fisioterapia es fundamental el estudio de la anatomía y fisiología (del cadáver y del libro respectivamente, porque nunca he tenido la impresión de estudiar un ser vivo, cambiante, único). Nunca han relacionado con demasiado énfasis la anatomía con la fisiología, la biomecánica... y lo que es más importante, apenas hemos visto nada relacionado con el dolor.

Creo que todo profesional sanitario que pasa la mayor parte de sus horas "enfrentándose" al dolor, debe conocerlo. Del mismo modo que el psicólogo forense traza un perfil del individuo a capturar, necesitamos reconocer a qué nos enfrentamos y de qué forma podemos hacerle frente. Anoche lo estaba meditando con un largo paseo a casa. Las técnicas y maniobras que efectuamos tienen un fin analgésico, porque así lo dijo en su día el profesor que nos las enseñó. Si nos hubiese dicho que tenían un fin "supercalifragilisticoespialidoso" posiblemente hubiéramos dudado un poco más (no todos...), pero lo de analgésico suena mucho más creíble. El cómo y por qué se lo dejamos a los fisiólogos, que lo de los mecanismos del dolor suena a aburrido...

Construimos la casa por el tejado no solamente porque empezamos estudiando el final de la persona: su cadáver (paradójico). Lo hacemos porque aprendemos complejas técnicas y abordajes sin conocer sus efectos sobre el sistema nervioso, y viene a ser lo mismo que tratar de crear un programa informático sin tener ni idea de programación.

Afortunadamente este paradigma esta cambiando a mejor. Cada vez las formaciones (extra-universitarias) ponen más énfasis en el estudio del dolor, los mecanismos neurofisiológicos que subyacen a la aplicación de la terapia manual, el tratamiento de algias en ausencia de daño necrótico (al final me quedo con esta frase en lugar de daño tisular. Me parece más acertada. Dime cuánto son los derechos de autor, Arturo)...

Algún día cimentaremos como Dios manda las bases de la fisioterapia contemporánea para poder crecer hacia arriba sin peligro de desprendimiento.

6 comentarios:

Blogger Isoro ha dicho...

Querido Villovi, gracias, porque la fisioterapia que estoy aprendiendo es una de las cosas que me hace andar y darme cuenta que estoy en el buen e innovador camino.
Te apunto un link de un buscador, o más bien de una base de datos con cantidad de evidencias cientificas en lo que a nuestra profesion se refiere.
http://www.pedro.org.au/
Ah!es de nuestro amigo y vecino Moseley

Ismael Soler

12:57 p. m.  
Anonymous Maimai ha dicho...

Y cómo adjudicar una mejora (o empeoramiento) a una técnica que hemos aplicado? Cada día tengo más claro que el que mejora (o empeora) es el paciente. Nosotros introducimos pequeños cambios y el cuerpo los incorpora a su funcionamiento. Le aplicamos la técnica al paciente, no al pie o al hombro. Esto de engancharse a los blogs está empezando a crearme adicción!!!

1:25 p. m.  
Blogger villovi ha dicho...

Ismael: Gracias a ti por tu contribución. Como siempre dice mi buen amigo Eduardo: "yo no he venido a este mundo a enseñar, si no a aprender". El propósito del blog es el de fomentar la participación de quien se interese por la temática para que podamos "crecer" profesionalmente.

3:05 p. m.  
Blogger villovi ha dicho...

Maimai: Lo que planteas me resulta complejo. Por una parte, esta claro que cada individuo plantea un determinado puzzle y su resolución es particular. No todos reaccionamos igual ante el mismo problema, ni evolucionamos igual, ni lo afrontamos igual... pero sí es cierto que como ciencia que somos, necesitamos la investigación para, a modo estadístico, tratar de observar si una determinada técnica mejora, en qué medida y a poder ser, cómo lo hace. El siguiente paso son las reglas de predicción clínca para poder llegar a "intuir" de manera objetiva qué pacientes van a mejorar más y más rápido ante un determinado tratamiento.

Para ello, como sabes, primero es necesario seleccionar grupos de población que comparten la misma "patología". Simplificándolo, buscamos un problema que se repite con un patrón similar entre distintos sujetos. Como también sabes, nuestra cultura nociceptiva se ve influenciada por los otros.

Me parece muy difícil hacer una distinción real entre grupos de control patológicos para un estudio y un PACIENTE. Nuestra realidad clínica diaria es el paciente, pero debemos de partir de modelos teóricos para que lo que hagamos en consulta siempre beba de la ciencia.

Al respecto Bill Vicenzino ha publicado mucho sobre la epicondilalgia. Desde guías de predicción, mecanismos neurofisiológicos subyacentes a las técnicas que aplica, abordaje multimodal apoyado en el ejercicio terapéutico...

Si te interesa el tema lo publico en la próxima entrada.

De todas formas, coincido en tu opinión. Me reservo mi papel de ayudante o guía (en ciertos aspectos) en el proceso de mejora. El paciente es el protagonista.

Un saludo.

3:15 p. m.  
Blogger Arturo Goicoechea ha dicho...

Creo que tenéis la perspectiva de trabajar sobre la fisiología, en su vertiente normal y en la patológica. Eso os coloca en una posición ventajosa y, para colmo, os ocupáis del movimiento que es lo que da sentido al organismo como un todo.

Os faltaba Norte pero todo hace pensar que anda ya por ahí...

Un poco (o un mucho) más de independencia y seréis la especialidad más envidiable como futuro.

4:06 p. m.  
Blogger villovi ha dicho...

Lo de la independencia de momento lo dejamos de lado... es un tema del que quiero hablar largo y tendido, pero de momento, primero tenemos que ponernos en casa de acuerdo para salir a comportarnos fuera. Lo de casa va para largo...

4:30 p. m.  

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