sábado, diciembre 26, 2009

El poso de la taza


El conocimiento es tan solo un acercamiento a “la verdad”. Con cada avance que se produce en la ciencia intentamos situarnos más cerca de ese concepto “ideal”. Cada nuevo aporte supone un poco más de luz, que en determinadas ocasiones, puede llegar a cegarnos, o cuanto menos, deslumbrarnos.

Para un servidor, uno de los aportes/avances más trascendentes o relevantes en el campo de la “medicina” (de las ciencias de la salud) es el de la inclusión de la “red neuronal”. El tener en cuenta el “rol” del sistema neuroinmune. El dejar de obviarlos.

Hasta no hace demasiado no había considerado la relevancia y el significado de “miembro fantasma” (y desconocía completamente la linea de trabajo del grandísimo V. Ramachandran y el “relevo” y posterior avance llevado a cabo por el NOI group de la mano de David Butler y Lorimer Moseley). Conocía, de haberlo leído, el abordaje biopsicosocial. Intuía la relevancia del aspecto psicológico, pero desconocía cuánto se sabe actualmente de neurociencia y obviamente la relación con el dolor.

Se trata de eso. En fisioterapia trabajamos “contra” la incapacidad, y el dolor es uno de los motivos más incapacitantes. Comenzamos a entender la naturaleza del dolor (la fisiología de los procesos implicados en el dolor) y entonces comprendemos la importancia capital de dichos procesos desde un punto de vista “global”, entendiendo por global la interacción de los diferentes sistemas de los que se “compone” el individuo.

Durante demasiado tiempo la fisioterapia ha sido una ciencia excesivamente mecanicista que tan solo entendía de anatomía y biomecánica. El enfoque de muchos terapeutas se ha limitado a músculos, articulaciones y cadenas miofasciales.

Somos una ciencia joven y es importante tenerlo presente para entender muchos de los errores en los que solemos incurrir por ese ímpetu “adolescente”. Uno de los más frecuentes es el del “totalitarismo”. Pasamos del todo a la nada y viceversa sin demasiada dificultad, y eso puede ser un problema. Es necesario algo de criterio, y eso solo puede obtenerse como fruto de la experiencia.

Debemos intentar situarnos, contextualizarnos. La fisioterapia puede ser una herramienta sumamente útil en el manejo del dolor. Tenemos una posición privilegiada por el contacto directo que tenemos con el paciente. Podemos romper con mitos y antiguas creencias erróneas sobre la enfermedad, la salud y el proceder de la medicina. Podemos dotar de conocimiento al paciente, de herramientas pedagógicas fundamentales para su evolución.

Sin embargo, como es lógico, no debemos excluir de nuestro proceder abordajes o enfoques que no solo dan han demostrado buenos resultados a nivel clínico si no que además tienen el respaldo de la evidencia científica.

No vamos a olvidar ahora la anatomía, la biomecánica, la importancia de la alineación. No se trata de relegar a un segundo plano lo relacionado con el “cuerpo” para ocuparnos ahora solo de la “mente”. Creo que ni siquiera deberíamos considerar esta dualidad, porque solo puede confundirnos.

El aprendizaje requiere asimilación. Necesitamos que los nuevos conocimientos sedimenten. Es bueno que pensemos y recapacitemos sobre los aportes que los diferentes conceptos, autores y planteamientos han hecho en pro de la fisioterapia, y que intentemos integrarlos. Que sumemos y crezcamos en pro del paciente.

2 comentarios:

Anonymous Fisiograna ha dicho...

Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas (B. Rusell).

11:17 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

_Esta es una gran frase y además,desde mi experiencia, a fecha de hoy, una gran verdad.
Gracias por compartir

10:43 a. m.  

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