¿Qué píldora prefieres?
Interesante y difícil. Me siento en una dicotomía similar a la de la mítica escena de "The Matrix", donde tengo que decidir qué es lo que quiero hacer durante el resto de mi vida profesional. Por un lado puedo seguir en el falso mundo en el que se ancla nuestra medicina, donde todo dolor es consecuencia de una afección tisular en un determinado tejido, y por tanto, el centro de mi tratamiento como profesional pasa por tratar dicha zona o estructura. O bien, puedo "ir más allá" e intentar enfrentarme al "mundo real" para encontrarme con que las cosas no son exactamente como hasta ahora me habían contado.
Hace tiempo conocí la obra de Shirley Sahrmann, una grandísima fisioterapeuta americana autora de un libro llamado "Diagnóstico y tratamiento de las alteraciones del movimiento". Esta autora propone el estudio del sistema de movimiento como un sistema aparte del neuromusculoesquelético. Ella propone que el campo de actuación ideal del fisioterapeuta es el del tratamiento de las alteraciones sobre dicho sistema de movimiento. Y me parece muy lógico. Siguiendo con las propuestas formuladas por Lorimer Moseley y David Butler en su obra, "Explain Pain", no podemos limitar el dolor como la simple expresión de una afección de un tejido. Leyendo el interesantísimo blog de Arturo Goicoechea, coincido plenamente en la importancia fundamental que el sistema nervioso y concretamente el cerebro tiene sobre la manifestación e interpretación del dolor. Relegarlo a un aspecto puramente "alarmista" es delimitarlo excesivamente.
Cuando un paciente presenta dolor en un determinado movimiento, sabemos que el cerebro está avisando de algo que él considera peligroso. Puede ser una alteración en la fisiología del tejido, pero puede no serlo. Limitarnos a no considerar el entramado neural es absurdo puesto que es como si en una fiesta de cumpleaños olvidáramos al cumpleañero. Por ello se me hace difícil el intentar centrar mi trabajo en el tratamiento de una estructura que desconozco si es o no patológica. Y por ello me parece sumamente interesante el abordaje del paradigma del movimiento como centro del tratamiento, puesto que nos centramos en la funcionalidad y no en el tejido. Suponemos, por las investigaciones que se están llevando a cabo de la mano de Bill Vicenzino (gran profesional y mejor persona), que la terapia manual provoca cambios en los centros descendentes de dolor, por lo que pasamos de tratar una estructura concreta a trabajar sobre el sistema nervioso central. Muy interesante.
“Esta es tu última oportunidad, después ya no puedes echarte atrás: Si tomas la píldora azul, la historia acaba, despiertas en tu cama y crees lo que quieras creer. Si tomas la píldora roja, te quedas en el País de las Maravillas y te enseñaré que tan profundo el hoyo del conejo es.” (Morfeo a Neo. The Matrix)
5 comentarios:
Disculpa, no es mi campo este, aunque creo que coincidirás conmigo que si derribaramos fronteras estaríamos mejor...Todo lo que cuentas me suena y mucho, aplicado a otros problemas y a otras profesiones. La referencia a Matrix muy apropiada. La pastilla roja, supone lucha, sufrimiento, soledad y duda pero tiene la recompensa que uno recibe cuando se hace lo que se cree honesto hacer. Sobre todo, se duerme tranquilo. La otra supone éxito, dinero, compañia, pero el vivir con el tufillo de que algo no está en su sitio. Y como en Matrix no hay vuelta atrás.
Bienvenido al mundo real.
Un saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jejejeje. Me alegra mucho tu participación. Te sigo en otros blogs por lo que agradezco tu comentario. Efectivamente el planteamiento "Matrix" es como dices, y creo que todo personal sanitario deberíamos de remar en la misma dirección, puesto que sí somos partícipes del mismo campo, tenemos los mismos intereses y objetivos: el paciente.
Espero ofrecer contenidos suficientemente interesantes como para que te tomes la molestia en volver!
Un saludo.
VIVIOvl: bienvenido al mundo de los blogueros. Tienes ante tí un universo muy interesante. Alguien tiene que ir abriendo vías.
Creo que hay un término más profundo que movimiento: "acción". El término acción añade componentes de propósito, objetivo, decisión etc.
Animo y buena suerte
De acuerdo contigo Arturo. Trabajo bajo un abordaje biopsicosocial donde lo más importante es la funcionalidad, por tanto el término acción me parece muy acertado, no obstante, mi juicio clínico debe estar más acotado con la intención de ser más exacto y objetivable. Es similar a un proceso de investigación. Cuanto más definido está el grupo de estudio, la técnica a abordar, etc. mejor extrapolación de los resultados. En consulta me centro en analizar el sistema de movimiento, teniendo en cuenta otros muchos aspectos, pero "acotando" en la medida de lo posible sin descuidar nada.
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